Para nada es un grupo comercial o musicalmente poco elaborado, ni mucho menos, es una descarga musical estimulante y vigorosa, resultante de la mezcla de BLACK SABBATH, sobre todo, con bastantes toques de de LED ZEPPELIN y algún que otro arranque a lo MOTORHEAD, incluso se atreven con alguna que otra flauta a lo JETHRO TULL. Por citar una influencia moderna se les nota ciertos toques de QUEENS OF THE STONE AGE o KYUSS, pero sobre todo son un grupo con amplio regusto setentero, y tanto es así que de salir en los 70 no hubiera desentonado en absoluto con los grupos de la época.
Un grupo que se puede definir entre el Hard Rock y el Heavy Metal más básico y primigenio, riffs lentos y pesados. Es una música que llena, intensa, casi la puedes saborear, como los grandes grupos de los 70.
El caso es que es una de las mayores alegrías en cuanto a nuevos grupos que me he llevado en los últimos tiempos, recuerda muchísimo como ya digo, a los grupos de los setenta, sobre todo a los BLACK SABBATH, los riffs monolíticos de Iommi están por todas partes, pero con el sonido y la contundencia de hoy en día. Si acaso lo que menos me gusta es el cantante y guitarrista, con una voz demasiado “chillona”, que me recuerda en cuanto a tono y pronunciación a José Carlos Molina de ÑU, salvando las distancias del idioma, claro. De todas formas no queda mal y no desentona con el grupo, es más bien un gusto personal.
Eso si, abstenerse los que busquen música liviana o fácilmente digerible, WOLFMOTHER es un grupo espeso, denso, pesado (no en el mal sentido), cálido, profundo. A quien les guste esto (entre los que me incluyo) y sobre todo el sonido setentero y hard-rockero más auténtico les encantara y seguro que os lleváis una grata sorpresa como yo. Hasta la presentación del disco me encanta, con una especie de medusa (mitológica) pintada en plan acuarela en la portada, todo el grafismo del disco es muy sobrio, artístico y cuidado, recuerda mucho a las portadas de MEAT LOAF, solo con verlo ya te das cuenta de que no es un grupo convencional.
Altamente recomendable, música auténtica y estimulante, de la que ya no se hace hoy en día, grupo anacrónico que no entiende de épocas, solo de buena música. Si se les hace justicia creo que tienen mucho que decir en un futuro.
Formación:
Andre Stockdale – Voz, Guitarra
Chris Ross – Bajo, Teclados
Myles Heskett – Batería
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